La mujer en mi! [paulo césar ebbano moreira]

Hoy me siento femenina. No quería. No quise hacerlo. El rodeo al decir que me siento como una mujer en los brazos de hombres heterosexuales, me recuerda a la infancia. Cuando los chicos de mi edad me llamaron "marica" ​​y estaba enamorado de los chicos populares en la escuela. O incluso cuando no sabía quién era desde que me reconocí emocionado al ver el pene grande y grueso del mejor compañero de clase que no sabía que lo quería. y peludo La vergüenza de ocultar mi deseo de ser mujer. La renuncia a creer que yo era solo otro "gay" alrededor. ¿Y ahora? ¿Soy gay y cómodo o acepto el destino de amar a un hombre heterosexual? El terror de vivir solo y el pánico de morir solo. El deseo de ser tocado y penetrado entre mis nalgas, el miembro erecto y mi ano codicioso sorbiendo de deseo como una vagina que late en el disfrute múltiple. Mi pene Respeto por un pene grueso y regordete que tiene un glande grande.

El destino de mi ser lleva en una barba bien afeitada y un cabello bien cortado en los días de cuarentena de COVID19 y paseando por la plaza, temeroso de un virus que mata el cuerpo y los sueños de muchas personas. ¡Y los bocetos que toman mi mano y la enderezan con un bolígrafo negro y se deslizan como si tuviera talento!

Hoy sentí mi falo al pensar en el ardiente trasero de mi enamorado.

El anhelo de tener un toque, cuando ni siquiera son posibles los abrazos y la búsqueda de una pareja me recuerda que una vez más me expulsaron de lo normal y me detuvieron entre lo correcto y lo incorrecto. ¿Soy una mujer? ¿Soy un hombre? ¿soy normal?